Detalles, Ficción y Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

-La Iglesia siempre ha concedido indulgencias a esta ejercicio, a lo grande de los siglos, y todavía hoy al rezo del Rosario de los Siete Dolores de la Virginal se le concede indulgencia parcial.

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Lógicamente que quien pueda adivinar más de lo obligatorio, haría muy aceptablemente en hacerlo (de acuerdo a sus reales posibilidades). Pero esto no significa que se le prohíba un ostentación o un gusto cierto ni que tenga que topar a la Iglesia todo lo que no le sea estrictamente necesario.

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Cuantas son vuestras miradas, tantas son las espadas que traspasan vuestro cándido y enamorado corazón; cuantas llagas veis en el cuerpo de vuestro Hijo, tantas heridas se imprimen en vuestra alma; cuantas espinas traspasan las sienes de Jesús, tantas son las saetas que hieren vuestro tierno pecho; y clavada os antesalaáis con Jesús, Él en el cuerpo, y Vos en el alma.

El Cyclamen, Cyclamen hederifolium, se asocia con la muerte y la renuncia o entrega al fin a la vida en la tierra. El ciclamen blanco a menudo tiene rojo en la base de los pétalos, lo que representa el Corazón Doloroso de María.

La imagen de la Doncella dolorosa nos enseña a tener fortaleza ante los sufrimientos de la vida. Encontremos en Ella una compañía y una fuerza para adivinar sentido a los propios sufrimientos.Se le puede cantar a la Doncella la subsiguiente canción:

Al concluir el rezo de los 7 Dolores de la Doncella, puedes finalizar con una oración de agradecimiento y pedirle a la Casto María que te acompañe en tu vida diaria y te ayude a vivir en unión con su Hijo Jesús.

"Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

Los que lloran las propias caídas o los pecados del mundo; los que aceptan las penas como medio de purificación de sus pecados; los que se imponen penitencias para formar su alma en el dolor; los que sufren persecución y dolores por causa del reino de Jehová y de su extensión; los que pasan sequedades, tribulaciones con paz; los que gimen por el inclinación de Dios y por el paraíso; todos estos son los que derraman lágrimas que, en sentido evangélico, pueden llamarse bienaventuradas y por lo tanto acogerán divina consolación.

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El dolor cada momento más profundo de nuestra Santa Raíz puede haberlo consumido todo mientras sostenía el cuerpo aún tibio de su hijo por última vez.

Por aquel sensible avenencia de vuestro santísimo Hijo, haced que me Oriente de la postración en que me tienen puesto mis enormes faltas, y cargue con la cruz de las penas y trabajos de esta vida, para aligerar en parte la cruz de Jesús, y mitigar vuestro dolor.

Doncella María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste aoraciones al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, Bancal enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte Bancal real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Raíz nuestra adoptiva le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor .

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